Desde ya hace años, la media de horas que dedicamos a visualizar contenido online como vídeos no deja de crecer, aunque normalmente el aumento era de manera lenta. Sin embargo, el coronavirus y la obligación de quedarnos en nuestros hogares ha disparado ese consumo, que por primera vez se sitúa en casi ocho horas a la semana (7 horas y 55 minutos). Según "The State Of Online Video 2020", el análisis anual de la empresa de gestión de vídeos Limelight Networks, la cantidad de tiempo que dedicamos a ver vídeos online ha aumentado 1 hora y 7 minutos con respecto al año pasado, mientras que el tiempo de visualización promedio ha crecido sustancialmente este año 2020 con un promedio de 7,91 horas, un 16% más que el promedio de 2019.

Además, este crecimiento ha aumentado en todos los grupos de edad. Por ejemplo, los más jóvenes entre los 18 a 25 años han aumentado 9,5% su consumo de vídeos en linea y el grupo de 26 a 35 lo han hecho un 6,2%. Sin embargo, la mayor aceleración se ha producido en personas mayores de 45 años, probablemente por tener que quedarse en su casa. El rango de 46 a 60 años han aumentado un 21% las horas que dedican a visualizar vídeos online y el grupo de 61 a 99 años ha aumentado su consumo un 42%.

El vídeo online es más popular en 7 de 10 países analizados

Este estudio  que se basa en 5.000 encuestas de consumidores en Alemania, Francia, India, Italia, Indonesia, Japón, Singapur, Corea del Sur, el Reino Unido y EEUU, también ha afirmado que el vídeo online es más popular que el contenido de transmisión; Por ejemplo en India los espectadores en línea dedican más de 10 horas viendo contenido online por semana (10 y 54 minutos). Le sigue Indonesia (9:30) y U.S.A (9:18). Sin embargo, la transmisión en directo sigue siendo el contenido preferido en Reino Unido, Alemania y Corea del Sur. Finalmente, el informe también ha mostrado que la popularidad de las plataformas de vídeo continúa creciendo. Desde 2018 la demanda de este tipo de plataformas como Netflix, HBO o Amazon Prime ha crecido un 50% y la tasa más alta se encuentra en Estados Unidos, donde los espectadores se suscriben a un promedio de poco más de 2 servicios.